lunes, 8 de diciembre de 2008

El eterno retorno

Llevo varios años ya, en los quehaceres relacionados con la educación/enseñanza, y, debe ser un problema personal, pero cuando vienen las evaluaciones me pongo de mala leche. No piense el que lee que esta acritud en el carácter nace de tener que "trabajar" más horas, o de tener que hacer un balance pormenorizado de las bondades y/o maldades de mis alumnos. Eso no me inquieta.

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Mi cabreo se inicia ya cuando es necesario temporalizar las sesiones de  evaluación, asignar tiempos creo, ya es un primer error manifiesto y de él parte la desigual atención que prestamos a los que tuvieron la suerte de apellidarse Álvarez, frente a los que su abuelo paterno se apellidaba Zamoro, y como herencia de aquel pobre abuelo pasan al final de nuestras listas.

Mi inquina sigue creciendo cuando se acaba discutiendo de cosas banales y son pocas las soluciones que se plasman y acometen. Tal vez no las haya, o tal vez si.

Y ya por último exploto, en silencio eso si que para eso tiene uno la licenciatura, cuando hago balance de estas tareas evaluatorias y en el haber solo queda una ristre de notas numéricas que pretenden ser el juicio que permitirán salvar, o no, las almas de nuestros alumnos.

Espero que este año las cosas mejoren, y que conste que estas letras no nacen del catastrofismo, sino de la crítica espero constructiva de un sistema de evaluación que pese a que las leyes han intentado cambiarlo, se sigue haciendo, en un elevado número de casos,  como cuando nos evaluaban a nosotros.
Crédito de la imagen: http://www.flickr.com/photos/57068770@N00/135514843

lunes, 1 de diciembre de 2008

Un recuerdo en forma de poema

Ángel Campos, en una fotografia de 2005- SANTI BURGOS

Ángel Campos Pámpano ha muerto. Compartíamos, origen, profesión y esa mezcla de fascinación y respeto por la vecina Portugal. Ambos, también,  somos, pues él vivirá siempre en sus poemas, de "la Raya".

Quede aquí un poema suyo, y gracias.
exactamente ahora
he abierto la puerta,
y  gritado tu nombre varias veces

pero hoy tampoco nadie
ha respondido a mi llamada

traía tantas cosas que contarte
que me he sentado solo
en el sofá de mimbre de la abuela
ahí frente al chinero
que guarda todavía
la porcelana del día de tu boda
y me he puesto a decírselas
a tu lugar vacío

aunque hablara con lengua equivocada
tú asentías con la benevolencia
y el placer del que ignora
las palabras ajenas que no entiende

pero tú eras la sabiduría

y tu secreto
una efímera calma
sobre el mantel de hilo

me ofrecías café y yo seguía
conversando en silencio con tus ojos
buscaba una respuesta que tardaba en llegar

procura ser feliz con lo que hagas

ya ves la voz elige siempre
el golpe justo
su propio asentamiento

en la carencia
en la desposesión


TU SECRETO de LA SEMILLA EN LA NIEVE
Ángel Campos Pámpano

jueves, 20 de noviembre de 2008

Saldar cuentas

Hace un poco más de un año decidí abrir este blog con la idea de recoger cuestiones sobre las nuevas tecnologías, sobre la educación y sobre lo que me llamase la atención de este increíble mundo que se abre detrás de estas pantallas.

Mi abuelo era herrero, tenía una fragua donde yo, de pequeño, intentaba con más o menos éxito insuflar aire desde el fuelle a las brasas para que el hierro pudiese ser modelado por el herrero y, con firmes golpes de martillo primero, y suaves retoques después, como un mago, creaba una reja, un balcón, o una azada.

martilloLe puse al blog el nombre de "La fragua" por aquel lugar, y el apellido "del Tic" por estar durante su nacimiento desempeñando las labores de Coordinador Tic de mi centro.

En esta fragua me he encontrado muchos amigos, lectores más o menos fieles, y visitantes de todas partes del mundo. Aquella, la otra, la de mi abuelo, también tenía una ventana y diariamente vecinos, amigos y clientes iban y venían asomandose a ella, como ahora los que leeis esto os asomáis a esta.
Pues eso, que nunca expliqué la razón de la nomenclatura de este pequeño proyecto, y ya iba siendo hora de saldar cuentas.

Me permito la licencia, si el paciente lector quiere, y dispone de algún proyecto parecido a éste, de solicitarle la razón de los nombres, de animarle a escribir en sus blogs, que seguramente yo leo, la etimología de esos títulos que de tarde en tarde me avisan en mi lector de rss.

lunes, 10 de noviembre de 2008

De sueños y "soñantes"

Cuando somos pequeños tenemos dos tipos de sueños, los propios, los que cada noche nos asaltan cuando, indefensos, nos entregamos a los brazos de Morfeo; y los ajenos, esos que nuestros compañeros de viaje en esto de la vida nos van tatuando en nuestro "quehacer" futuro. Serás médico, o profesora, o carpintero.

borgesEl mundo de los sueños es muy vasto y desconocido y por lo tanto muy sujeto a los intereses o deseos de los "soñantes". Si somos nosotros los que sueñan, convertimos, al despertar, las pesadillas en trozos de recuerdos que a nuestro antojo y en legítima defensa unimos para que no nos dejen cicatrices muy profundas. Si son otros los que sueñan por nosotros, padres, madres o amigos, van modelando las pretensiones iniciales de acuerdo con los golpes que cada día va asestando la vida a los futuros de cada cual, ajustando la realidad a lo soñado e intentando paliar las frustaciones de los que sueñan por nosotros.

Alguna vez ambos, los sueños propios y los ajenos, se entremezclan, se funden. Y con cierta sorpresa nos encontramos con dos tipos de interferencias, las positivas, que generalmente desembocan en la cordura (y a veces en el éxito); y las otras, las negativas, que son el puerto donde amarra la locura o la desesperación.

Algún lector dirá que no es tan simple la cuestión en lo que a locos y cuerdos se refiere, y tal vez tengan razón, o tal vez no, pues ya lo decía H.Heine, "La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca".

Ya lo decía J.L. Borges
Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

viernes, 7 de noviembre de 2008

El Cuaderno de Saramago

Al principio, cuando lo descubrí, me parecía imposible que Don José, el de Azinhaga (Portugal), pudiera escribir en un blog. He leído bastante de él y las frases me recordaban sus textos. Añadí su blog a mis favoritos y via rss leo, lo que con bastante asiduidad escribe, este hombre de 86 años.

lisboa1Para mi es un placer compartir con él aparte de mi pasión por la Extremadura portuguesa, su Alentejo, el universo de los blogs, donde el otro día alguien hablaba de "no se qué vanidades" de los que disfrutamos escribiendo por estos folios de bites. Pues nada, quede aquí mi "pavoneo" por compartir con Don Jose Saramago el mundo de las bitácoras.

Me permito la licencia de dejar aquí su último post. No creo que se enfade. Y si un día por casualidad se cruza por esta Fragua que arde cerca de su tierra. Pues eso que un placer.

Palabras
Afortunadamente hay palabras para todo. Afortunadamente existen algunas que no se olvidarán de recomendar que quien da, debe dar con las dos manos, para que ninguna de ellas se quede lo que a otros les pertenecería. Así como la bondad no tiene porqué avergonzarse de ser bondad, tampoco la justicia deberá olvidarse de que es, por encima de todo, restitución, restitución de derechos. Todos ellos, empezando por el derecho elemental de vivir dignamente. Si a mí me mandaran colocar por orden de precedencia la caridad, la justicia y la bondad, el primer lugar se lo daría a la bondad, el segundo a la justicia y el tercero a la caridad. Porque la bondad, por si sola, ya dispensa la justicia y la caridad, la justicia justa ya contiene en si caridad suficiente. La caridad es lo que resta cuando no hay ni bondad ni justicia.
José Saramago



viernes, 24 de octubre de 2008

Los castigados

Hace días que quería hablar de ellos. Son esos chicos, o chicas, que de forma más o menos asidua son "castigados" en nuestras aulas. Esos que todo van perdiendo. O todo lo perdieron. Entregados y con más o menos orgullo, con más o menos humildad, escuchan cabizbajos o altaneros las razones que los profesores aducen para justificar lo que luego será el castigo, la expulsión, el infierno tal vez.
Luego vendrán las llamadas telefónicas. Las visitas de los padres, preocupados los más, contrariados y críticos los menos. Las palmadas en la espalda. Las promesas no cumplidas. Las ganas de mejorar. Las frustaciones.

No se cuantos, aunque creo que bastantes, de los que lean esto habrán visto "esta película". Algunos tal vez discrepen de estas frases. Otros dirán que sí, que es cierto y buscarán culpables. Otros, espero que los más, estarán preocupados por este problema que esta presente en nuestras aulas e intentarán desde la parcela en la que operan mejorar la convivencia de los centros.

Va por ellos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

"Últimamente ando algo perdido..."

Como dice una canción de Ismael Serrano, "últimamente ando algo perdido...".
Muchos, tristemente muchos padres, llegan a los centros educativos y tras alguna charla, señalan:
-Dígame usted que hago yo con él/ella.
Esta es una frase, más o menos acertada, que muchos de los padres/madres de los alumnos nos acaban lanzando. A veces como arma arrojadiza, otras, las más en los casos que yo percibo, como grito de socorro al notar que el barco, en el que va su hijo/a, se hunde en las procelosas aguas del Fracaso Escolar.

Estos días mi sorpresa se incrementa cuando, después de una lucha ya conseguida (la escolarización obligatoria hasta los 16 años), me dispongo a escuchar a padres y madres con un argumento del carajo (con perdón). "Mi hijo el año pasado no hizo nada, para que le voy a comprar este año los libros". Me sorprendo, pero aun, en ocasiones, queda una lastimera segunda parte, "si ustedes, desde el centro, le pudieran dar algunos libros de esos que les sobran, o les dan las editoriales".

Difíciles los tiempos que se avecinan para estos crios, para sus profesores, y como no, también para sus padres. Sin material escolar, acabará habiendo problemas de disciplina. Es la lógica sucesión de acontecimientos. El niño no trabaja, se aburre, molesta. Todo el mecanismo de castigos/charlas, jefaturas de estudio, etc...se pone en marcha, y pocas son las veces que estos "ungüentos" curan la herida de la desmotivación y el desencuentro.

Lo fácil es echar culpas. Resolver el problema de desmotivación del alumnado hacia los aprendizajes y el esfuerzo personal es tarea de todos. Desde el profesor que insiste en "impartir" conocimientos como en el siglo XVIII, hasta el padre que felicita a su hijo que "solo" le quedaron tres materias pendientes, regalándole el último modelo de "superconsolas", de estas de los jueguecitos.

Pues eso, que de nuevo me sorprendo, y a veces, solo en algunas ocasiones, me atrapa la sensación de que el tiempo no ha pasado y poco cambiaron las cosas.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El arte del buen hacer

Estos días, cuando compañeros nuevos entran por primera vez al centro, recuerdo mis primeros días en esto de la "enseñanza-aprendizaje". Esas caras de sorpresa-expectación-miedo de los que llegan por primera vez a un centro y esperan "lo mejor" o "lo peor" según aquello del vaso medio lleno o medio vacío, me recuerdan a mis primeras sensaciones.

Fui a un departamento con dos catedráticos, de los "pata negra", de los que no querían ni oír hablar "de eso de la ESO". Y yo, intentando innovar, cambiar cosas, mover lo inamovible y citando a Heráclito, "no bañarnos dos veces en el mismo río", pues las cosas cambian, y con ellas, nosotros debemos adaptarnos.

Aquellos días fueron complejos, pero ahora en la distancia creo que fueron muy productivos para lo que luego sería mi profesión, para darme cuenta de lo que yo no quería ser. No los culpo de su "inmovilidad", de su resistencia al cambio, la edad también hace de las suyas en este grupo de colegas, y junto con las imposiciones legislativas y la obligatoriedad de la enseñanza, estaban, tal vez,  abocados a esas actitudes. Les doy las gracias, aunque ya se las dí en su día, por darme los peores grupos, los peores horarios y las más complejas tutorías. Lo que no te mata te hace más fuerte.

En cuanto a los que llegan hoy, que no se preocupen, que en los tiempos de los fracasos escolares, de los problemas de comportamiento (obligatoriedad), y de los sindromes de todo tipo, cada son más los compañeros que piensan que el que llega es tan válido como el que se va, y que el tener más o menos años de experiencia no te da ningún tipo de autoridad ni legal ni moral para que se reproduzcan aquellos tiempos en los que mis catedráticos me iniciaban en "el arte" del buen hacer de las cosas.

viernes, 4 de julio de 2008

De alumnos y almas



No soy muy dado a hablar de cosas del "alma", tal vez por no creer en ella y deambular por esto de la vida hecho un manojo de enlaces y átomos. Tal vez sea deformación profesional.  Pero haré una excepción para escribir este entrada sobre ese abstracto concepto y para muchos necesario y vital que es el alma.

No, no os asusteis. He cambiado de trabajo dentro de mi centro y las labores que ahora desempeño me hacen estar estos días en él. Calor, silencio y soledad son las tres palabras que se me vienen a la mente si me dirijo a ésta o aquella aula para resolver aquella o esta tarea.

Es cierto que los alumnos son ruidosos, desmotivados, perezosos, irrespetuosos y desvergonzados. A veces son incluso  desesperantes (ya sé que no todos). Pero... son lo que podríamos decir "el alma" de esta fiesta donde casi siempre con mucha ilusión se intenta sacar de cada uno, lo mejor que llevan dentro.

Los echo de menos.

martes, 8 de abril de 2008

El discreto encanto de la culpa

Desde la más tierna infancia somos sabedores de lo que significa "La Culpa", y en muy corto espacio de tiempo vamos perfeccionando el arte vincular "los hechos culpables" a personas o situaciones ajenas. Vamos poco a poco repartiendo culpabilidades de modo que nuestra responsabilidad quede lo menos herida posible, que nuestra integridad se mantenga a flote.

Tal vez sea necesaria una Reflexión (con erre mayúscula), por parte de todos, en lo que a la Educación se refiere. Un examen global de conciencia y un reparto de nuevo de las cartas de la responsabilidad. Un ejercicio de madurez en definitiva. Tal vez sea este el principio de la resolución de un problema, que camina nuestro lado, del que todos somos conscientes y que día tras día insistimos en intentar resolverlo pero, eso sí, cargando la culpa a otros.

¿Somos nosotros, el gran ser humano, el ínclito "homo sapiens", culpables alguna vez?. ¿Realizamos actos a sabiendas de sus nefastas consecuencias, siempre que éstas nos beneficien?. ¿Somos capaces de asumir la culpa como propia o siempre es ajena?.

La "maldita" gravedad (o tal vez Isaac Newton) es la culpable de todas las caídas, y en su "debe" anotaremos toda una gran variedad de platos rotos o muñecos de porcelana sin cabeza. Virus y Plagas, Calor o Frío, Tempestades y Huracanes, Capitalismo o Comunismo; siempre encontramos culpables, y cuando es difícil hallarlos enmarcamos la culpabilidad en los designios del Destino o en las bondades o maldades de los Dioses. 
En nuestro campo, en la Escuela, se habla de "fracaso escolar" y se buscan culpables. "Los adolescentes no leen y cuando lo hacen no lo realizan correctamente, no saben calcular porcentajes y mucho menos que ocurrió el 18 de abril de 1936". Todos culpan a todos, la Administración Educativa, Las Asociaciones de Padres, los Profesores, la Sociedad y los Alumnos. Todos juegan en este juego, y todos rechazan la culpa propia.