viernes, 4 de julio de 2008

De alumnos y almas



No soy muy dado a hablar de cosas del "alma", tal vez por no creer en ella y deambular por esto de la vida hecho un manojo de enlaces y átomos. Tal vez sea deformación profesional.  Pero haré una excepción para escribir este entrada sobre ese abstracto concepto y para muchos necesario y vital que es el alma.

No, no os asusteis. He cambiado de trabajo dentro de mi centro y las labores que ahora desempeño me hacen estar estos días en él. Calor, silencio y soledad son las tres palabras que se me vienen a la mente si me dirijo a ésta o aquella aula para resolver aquella o esta tarea.

Es cierto que los alumnos son ruidosos, desmotivados, perezosos, irrespetuosos y desvergonzados. A veces son incluso  desesperantes (ya sé que no todos). Pero... son lo que podríamos decir "el alma" de esta fiesta donde casi siempre con mucha ilusión se intenta sacar de cada uno, lo mejor que llevan dentro.

Los echo de menos.