viernes, 24 de mayo de 2013

Heráclito, su río, y algunas cuestiones docentes

Vuelve uno por estos lugares que tiene demasiado aparcados que no olvidados. Son los tiempos que tocan.

Hace unos días se aprobó una nueva Ley Educativa en España. No seré yo quien pierda mi tiempo en opinar sobre ella pues ríos de tinta (y de bytes) ya se han vertido sobre este tema y creo que cada cual ya tiene su opinión formada. Solo decir que como señalaba el amigo Heráclito, "nunca te bañarás dos veces en el mismo río". Y, así es, pasó, hace tiempo, la oportunidad de haber hecho buenas otras Leyes Educativas anteriores. Ahora toca bañarse en estas aguas, que pese a no gustarme lo turbias que bajan, son las que una mayoría de españoles ha decidido en las urnas. Para otros la turbidez del agua no será tal, y, seguro estoy que las ven cristalinas y potables. Como en botica, de todo hay.

La pena, lo de siempre, Políticos que miran más a los colores de sus sillones que a la Realidad Social que les toca vivir. Políticos, éstos, y también los de antes, que aprueban leyes a solas pues les gusta jugar a aquello de "quién la tiene más grande" y piden consensos, siempre para que los demás estemos de acuerdo con ellos, sin ceder ni un ápice en su razones y decisiones sustentadas por los votos. Bajo nivel.

Pero, pese a la turbidez de las aguas, muchos docentes no pierden el norte, no se dejan llevar por el deterioro del entorno y siguen haciendo del aula, o de sus tareas diarias, ese lugar donde a uno le gusta estar, ese lugar de encuentro con familias o alumnos que piden a gritos, o en silencio, ayuda.

Son muchos los compañeros que no se detienen, que han decidido defender la Escuela de la mejor manera que saben, haciendo que sus alumnos aprendan y sean felices. Dos son los ejemplos que me permito traer aquí, y a los cuales le agradezco, no solo su trabajo, sino las sonrisas y los buenos sentimientos que me han transmitido en estos días.

Uno de ellos se llama Romano García. Hoy le ha dado un sobre cerrado a sus alumnos de 2º de Bachillerato, de los cuales se ha despedido en su clase de Lengua. Las condiciones, no abrirlo. Dentro del sobre...qué importa. Por atrás, una cita, en un lugar y a una hora para dentro de un par de décadas. Alguno faltaremos me decía esta mañana, pero espero que algunos acudan a ese encuentro futuro. A los alumnos, no los vi, pero seguro que hubo algún brillo en sus ojos.

El otro compañero no trabaja conmigo, o mejor dicho, en mi centro. Se llama Pedro Márquez Gallardo y se entrega en cuerpo, alma y tiempo a su tarea como Jefe de Estudios además de explicar Física y Química y ha tenido a bien elegirme de compañero de viaje en un pequeño proyecto de elaboración de documentos. Proyecto, este ultimo, que entrega a la RED para que quien quiera use y disfrute. Animo desde aquí a alguien de nuestra Administración Educativa, o de otras, o de donde sea, se tengan en cuenta este tipo de trabajos y se oiga más a este tipo de personas.

Si se escuchase mucho más a docentes como Romano, Pedro, u otros muchos con los que tengo el placer de compartir espacio y redes, seguramente Heráclito tendría que reconsiderar su frase y las aguas educativas serían más tibias y cristalinas.

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